La época de las guerras entre los antiguos imperios europeos y las naciones de América hace muchos años que han quedado en el olvido. Más bien lo que importa en estos momentos son las relaciones comerciales y financieras entre España y Latinoamérica, gracias a los nexos comunes.
España y Latinoamérica unen sus lazos
Por algo Rajoy siempre ha declarado que a nivel de política exterior, América Latina es una prioridad. Esa afirmación parece sincera pues dentro del esquema de gobierno español hay una secretaría dedicada a estos asuntos.
Un matrimonio donde no hay mucho afecto
Esta forma de pensar y de considerar a América Latina una zona de interés no es nada nuevo, pero nadie se ha preguntado el por qué.
Está claro lo de la historia compartida, 400 años de colonización y flujos migratorios en el siglo XX y está más que claro que formamos parte de la misma comunidad lingüística y culturalmente hay mucha identificación, pero no podemos negar que las relaciones siguen siendo complejas, y en diversos periodos se ha pasado con facilidad de la admiración a las acusaciones mutuas.
La verdad es que la imagen de España en Latinoamérica ha tenido sus más y sus menos y en este momento las relaciones son de respeto, pero no son fraternas o amigables. Sin embargo, en otras áreas sí se ve una comunión fuerte y sólida, como las artes y el deporte.
A nivel mundial la situación es diferente
A nivel mundial, la imagen española tiene sus problemas en ciertas áreas como la tecnología y la innovación, el entorno político, la calidad de sus productos y servicios y el bienestar social, pero en general ha habido mejora en los últimos años, especialmente en el apartado económico y político.
A nivel de reputación estamos en el puesto 17 y estamos por encima de Francia, pero no estamos ni cerca de los que ocupan las posiciones de vanguardia en este sentido, léase Canadá, Noruega, Suecia o Suiza.
España también no tiene una imagen favorable en Marruecos
Los países del G8 apenas sitúan a nuestro país en la media positiva gracias a ciertas variables como la simpatía, el ocio, entretenimiento y entorno natural, es decir, tenemos mejor relación con el mundo industrializado que con América Latina, salvo dos excepciones como los son Chile y Colombia que no nos miran con tanta antipatía.
Rusia incluso tiene una opinión más favorable de España que América Latina
En temas como la corrupción, salimos muy mal parados en el otro lado del Atlántico y por mucho. Cuando pensamos en el contexto europeo en general, España tampoco sale mal parada y como no podía ser de otra manera, recomiendan a nuestro país para visitarlo, no así para invertir o trabajar. Todo esto nos lleva a estar de 19 en el ranking del Reputation Institute de 2015.
Aunque estamos en 2017 la situación sigue siendo básicamente la misma y se registran pocos cambios en este sentido. En general la situación no nos seguimos viendo peor de los que nos ven fuera, algo que es un mal endémico también en los italianos y brasileños